Me permito disentir

Hoy el diario el Argentino publica en la página dos un ping pong con el compañero Andrés Larroque en donde plantea la necesidad de entender que la riqueza la generan los trabajadores. Hasta acá estamos de acuerdo, somos los trabajadores los que hemos generado la riqueza de este país, porque aunque algunos inocentemente o no tanto repitan que la riqueza está en el campo, que somos el granero del mundo (frase un tanto antigua, pero reutilizada a menudo), con ir a a ver como viven los terratenientes y como los peones es más que suficiente para saber que la riqueza no es para el país sino para ellos.
Bueno, siguiendo con los comentarios del compañero cuervo me parece que pifia cuando dice que no tenemos una burguesía nacional y que eso nos diferencia de Brasil.
Acá me parece que erra el rumbo, ya que salvo la primera y segunda Presidencia de Juan Domingo Perón y desde el dos mil tres a la fecha nunca, en nuestra querida patria se impulsó la Industria. En la primera experiencia peronista se impulsó la industria liviana a pesar de que el ideal podría haber sido la industria pesada, esta última no genera tantos empleos como la anterior y no hubiera servido para la política de pleno empleo que se consiguió.
Pero volviendo al tema en cuestión salvo estas experiencias peronistas, siempre desde el estado se impulsó el agro y la especulación financiera. Entonces de dónde o cómo se originaría una burguesía nacional.
Me parece que esperar algo del empresariado es gastar pólvora en chimangos, lo mejor es seguir trabajando como lo venimos haciendo, en la inclusión social desde el empleo y el sector industrial se va a sumar sólo. Igualmente se van a sumar manteniendo su lógica neoliberal individualista pero para eso está la CGT y el gobierno de la compañera Cristina para fijar las reglas del juego y hacer del reconocimiento a la clase trabajadora una realidad. Es sólo una mi humilde opinión.